Una noche de verano...
Una noche de verano
(Narrada e ilustrada por C. H. Umma)
Recuerdo
que era una noche de verano…
Mi hermano menor y yo, habíamos salido al porche de la casa a probar una cámara fotográfica digital que me habían prestado para un proyecto escolar. Pasaban de las 8 de la noche. En la colonia había un apagón y todas las luces mercuriales de la calle estaban apagadas, por lo que de no ser por las luces de las cocheras, y porches de las casas, habríamos estado casi en completa oscuridad. Al estar la calle tan oscura decidimos apagar la luz de nuestro porche y empezar a tomar fotografías en la oscuridad. Con el flash de la cámara jugábamos a atrapar o sorprender a algún “fantasma” o “ser extraño” en la oscura noche.
Inocentemente,
esa noche los sorprendidos,
fuimos nosotros.
Comenzamos a tomar fotos de plantas, de macetas, del cielo nocturno, etc. Tomamos fotos a todo lo que se nos iba ocurriendo y poniendo en nuestro camino. No estoy seguro de cuánto tiempo pasamos tomando fotos, pero sí recuerdo, que mientras lo hacíamos, súbitamente, el vecindario se tornó silencioso. De pronto, los habituales sonidos urbanos cesaron. Los insectos y demás vida nocturna se dejaron de escuchar. También, en ese momento, recuerdo comenzar a sentir la sensación de un sonido
Aquello tenía una forma semi-ovalada, pero parecía haber más de eso que no era completamente visible en la oscuridad. Me parecía que tenía una especie de prolongaciones hacia sus costados, llamémosles “alas”, o “aletas” quizá. En la oscuridad de esa noche solo su parte central era claramente visible con la luz. Todo
El mirando hacia el cielo, sin apartar la mirada de esa cosa, me contestó:
“sí”
Luego de voltear a verlo y preguntarle, veo que en mis manos traigo la cámara fotográfica, encendida y lista. Pensé, que sería impresionante sacar evidencia de lo que estábamos atestiguando. Sabía que era el mejor momento para tomar evidencia de este extraño ser, pero también en ese instante sentí mucho temor. Temí que esa cosa que flotaba por encima de nosotros se percatara de nuestra presencia y nos agrediera al percibir el flash de la cámara. Mi instinto de supervivencia me dijo que era mejor no llamar su atención. Debido a esto, decidí guardar la cámara, para que ni por accidente el flash fuera a delatar nuestra presencia. Seguí mirando como esta criatura se desplazaba zigzagueante por el cielo nocturno y en unos instantes se perdió por entre el cielo y las casas. Mientras se iba alejando también ese ruido y sensación de tapazón en los oídos disminuía. En un instante, cuando se había ido, volvimos a percibir los sonidos nocturnos habituales del vecindario. De pronto, todo estaba normal, y solo quedamos mi hermano y yo mirando fijamente al cielo, paralizados por lo que acabamos de atestiguar. Cuando pudimos movernos, nos dirigimos de inmediato a la casa a contarle lo que habíamos visto a nuestros padres, quienes no entendían de lo que les estábamos hablando. No parecieron darle importancia. Solo nos dijeron que no había pasado nada, quizá solo habíamos imaginado cosas. Después cenamos y no volvimos a asomarnos esa noche al cielo nocturno.
Más historias e ilustraciones en:
https://www.instagram.com/19chumma85/
https://19chumma85historias.blogspot.com/
Contacto:
19.c.h.umma.85@gmail.com
Archivo PDF:
https://drive.google.com/file/d/1fVPLlSL-A7DW0QQSu968ktLrMXUFCsE_/view?usp=share_link
Comentarios
Publicar un comentario